Desde sellar una caja de masa hasta pegar una etiqueta a una bebida energética, el adhesivo termofusible es uno de los productos más versátiles en las operaciones de envasado. Permite a los fabricantes envasar los productos que los consumidores utilizan a diario de forma eficiente y segura. Los adhesivos termofusibles para envases están diseñados para curar rápidamente en tiempos de compresión cortos para formar una fuerte adhesión. Para satisfacer la demanda de los consumidores, las líneas de envasado deben funcionar sin problemas y evitar tiempos de inactividad. Uno de los culpables de reducir la eficiencia de una operación de envasado es la carbonización: puede afectar al equipo de termofusión y aumentar el tiempo de inactividad.
La carbonización resulta del calor, contaminantes y oxidación del adhesivo termofusible. A medida que las cadenas de polímero comienzan a descomponerse, el adhesivo sobreexpuesto comienza a quemarse (o ennegrecerse) y obstruir los filtros, mangueras o boquillas del equipo termofusible. La carbonización puede causar estragos en la distribución y el sellado de envases de bienes de consumo. La causa de la carbonización es difícil de diagnosticar y las fuentes pueden ser una combinación de configuraciones de equipos, procesos operativos y adhesivos. Las condiciones que hacen que el sistema Hot Melt sea más susceptible a la formación de carbonización son:
• Operar equipo por encima de las temperaturas recomendadas para adhesivos termofusibles;
• Sobreexposición del adhesivo termofusible a altas temperaturas durante largos períodos de tiempo;
• Extender la exposición de los adhesivos termofusibles al oxígeno y contaminantes.
Estas condiciones pueden remediarse fácilmente implementando algunas prácticas en la línea de envasado.